miércoles, 22 de diciembre de 2010

Felicidades para todos

Ya se nos va el 2010 y no queda otra que despedirlo. Y despedirlos a todos hasta el año que viene y agradecerles por estar siempre, dispuestos a opinar y debatir siempre con un respeto impresionante y con la fidelidad a nuestras convicciones. Se va un año en el que pasó de todo y que nos deja el sabor amargo a aquellos que buscamos en los partidos de fútbol el buen juego y la diversión, la creación y la expresión de la imaginación plasmada en una cancha. Esperemos que el año próximo todo eso aparezca y podamos tener el fútbol que queremos todos. Y les deseo a todos que terminen muy bien el 2010 y que arranquen el 2011 mucho mejor, que todo lo que sueñan y quieren se les cumpla y que sean felices con los suyos, porque ese es uno de los propósitos de la vida: la felicidad. Tenemos una sola y hay que aprovecharla al máximo. Espero verlos a través del blog el año próximo.
Feliz navidad y muy feliz año nuevo para todos!!!!

lunes, 13 de diciembre de 2010

Estudiantes campeón

Estudiantes se coronó campeón. Fue justo, más allá de si uno está de acuerdo o no con el estilo que pregona el Pincha. A lo largo del torneo fue el equipo más regular, con una defensa sólida y un mediocampo batallador pero también inteligente para poder manejar la pelota. No tuvo un 9 de área pero la Gata Fernández cumplió bien con esa función. Pero el fútbol estuvo ausente en la mayor parte del torneo. La regularidad fue su principal arma y como el resto no la tuvo, bastó con eso para estar un escalón por encima de todos y coronarse. Segundo salió Vélez, que tampoco sin brillar demasiado, jugó mejor a lo largo del torneo. Pero falló en dos partidos y chau campeonato. Contra Estudiantes en Liniers era EL partido pero no se animó y se conformó con el empate. Y contra Gimnasia y empatando, dejó la punta y pareció dejar todo dicho en favor de los de Sabella. Se fue un campeonato. Otro más en el que el fútbol brilló por su ausencia. Salvo por All Boys y Godoy Cruz, que fueron los que mejor jugaron. Y algo de Vélez, que tuvo en su plantel al mejor jugador del campeonato, el Burrito Juan Manuel Martínez que se despacho ayer con un terrible golazo. Pero nada más. Y preocupa, más teniendo en cuenta que el próximo torneo define los descensos y los planteos de aquellos equipos que pelean la tabla de los "promiedos" serán muy mezquinos. Sin embargo no hay que resignarse porque siempre nos podemos sorprender con este deporte tan hermoso pero tan maltratado a la vez. No podemos perder la esperanza de que el buen juego se hará presente. Ahora vendrá el tiempo del descanso y de la preparación, de la danza de nombres en torno a los equipos. Pero mientras tanto tenemos nuevo campeón. Estudiantes de La Plata. Y fue justo y merecido, porque que uno no comparta los modos que tuvo de obtener la victoria no significa que no se pueda reconocerlo y darle crédito. Abrazo!

martes, 7 de diciembre de 2010

¿Pasión?

Hasta adonde llega el límite de la pasión? A lo largo de la historia nuestra hemos visto cosas que por ser tan pasionales han despertado admiración en la gran mayoría. Nuestro fútbol es venerado por muchos por el clima ferviente que se vive en las hinchadas durante los partidos, los clásicos convocan a millones más allá de las fronteras pro los colores, cantos y papelitos que vuelan y que, en su mayoría son lo más llamativo del partido porque el nivel no aparece. Pero muchas veces los hinchas cruzan la línea de lo racional (dentro de todo lo racional que puede ser un hincha) y se convierte en una persona sacada, a la que no le importa nada y que dice cualquier cosa con el fin de lastimar a un rival y que nada tiene que ver con su equipo. Insultos los hubo siempre pero en millones de ocasiones se escuchan en las canchas los más horribles deseos, las más detestables de las improntas, las cosas más asquerosas que puedan llegar a tener lugar en la mente de una persona. Y no hablo de referirse a las hermanas, madres y loras sino a aspectos verdaderamente desagradables y que son demasiado dolorosos para la víctima. Hoy leí una nota que le hicieron a Diego Buonanotte y que transcribo en partes a continuación:

"Antes de volver a jugar, por ejemplo, tenía miedo de lo que podía pasar con los rivales, porque uno cuando entra a la cancha se olvida de todo. Pero me equivoqué: el jugador es muy respetuoso. El que no tiene ningún respeto es el hincha. Por pagar una entrada se siente con derecho a gritar lo que se le ocurra, a decirte cualquier cosa. Yo ya me acostumbré a que en todas las canchas me griten asesino. No puedo creer que haya gente con tanta maldad. Pero bueno, ya me causa gracia. Al principio me ponía mal, pero ahora me da lo mismo, trato de no darle importancia a esas pelotudeces. Hoy, cuando me gritan, los miro y me río. Qué les voy a contestar”.

“Lo que pasó fue una tragedia. Y uno lamentablemente tiene que convivir con esta situación. Por eso sigo trabajando con un psicólogo. No es fácil. Son muchas cosas...."

A ver, lo que le pasó a el Enano fue (como bien el dice) una tragedia. Y no puedo entender como en la cancha le griten cosas como esas. Es una carga, una dolor enorme que está superando y no me entra en la cabeza como la gente puede ser tan mala como para echarle eso en la cara por un partido de fútbol. ¿Eso es la pasión? Esa misma gente después llega a su casa y seguro se asombra con las cosas que pasan en la vida cotidiana referidas a muertes, accidentes, robos y demás. Recuerdo que a el Bambino Veira le gritaban violador riéndose, he escuchado desearles la muerte, enfermedades, cosas malas y no comprendo que tiene que ver eso con el fútbol. Son personas como nosotros y si bien uno en la cancha como que se transforma, no debe hacerlo en un ser despreciable que busca herir al otro con cualquier recurso que tenga a mano. Eso no es la pasión. La pasión se mide por el amor al equipo propio, no con el odio al rival. La pasión se mide por la locura linda de cantar, alentar, festejar y llorar por lo propio. Por ir a la cancha con el viejo, después con el hijo o el sobrino y ver pasar las generaciones familiares en las tribunas. Y también por el respeto al rival. La pasión no es violencia y no me enorgullezco si cuando hablan de la pasión argentina se refieren también a esas cosas totalmente repudiables. Eso a mi me da verguenza y si se incluye eso en el concepto de pasión, entonces no soy pasional y no quiero serlo. O en todo caso lo soy pero a mi manera y distinto a los demás hicnhas del fútbol.
Abrazo!