martes, 7 de diciembre de 2010

¿Pasión?

Hasta adonde llega el límite de la pasión? A lo largo de la historia nuestra hemos visto cosas que por ser tan pasionales han despertado admiración en la gran mayoría. Nuestro fútbol es venerado por muchos por el clima ferviente que se vive en las hinchadas durante los partidos, los clásicos convocan a millones más allá de las fronteras pro los colores, cantos y papelitos que vuelan y que, en su mayoría son lo más llamativo del partido porque el nivel no aparece. Pero muchas veces los hinchas cruzan la línea de lo racional (dentro de todo lo racional que puede ser un hincha) y se convierte en una persona sacada, a la que no le importa nada y que dice cualquier cosa con el fin de lastimar a un rival y que nada tiene que ver con su equipo. Insultos los hubo siempre pero en millones de ocasiones se escuchan en las canchas los más horribles deseos, las más detestables de las improntas, las cosas más asquerosas que puedan llegar a tener lugar en la mente de una persona. Y no hablo de referirse a las hermanas, madres y loras sino a aspectos verdaderamente desagradables y que son demasiado dolorosos para la víctima. Hoy leí una nota que le hicieron a Diego Buonanotte y que transcribo en partes a continuación:

"Antes de volver a jugar, por ejemplo, tenía miedo de lo que podía pasar con los rivales, porque uno cuando entra a la cancha se olvida de todo. Pero me equivoqué: el jugador es muy respetuoso. El que no tiene ningún respeto es el hincha. Por pagar una entrada se siente con derecho a gritar lo que se le ocurra, a decirte cualquier cosa. Yo ya me acostumbré a que en todas las canchas me griten asesino. No puedo creer que haya gente con tanta maldad. Pero bueno, ya me causa gracia. Al principio me ponía mal, pero ahora me da lo mismo, trato de no darle importancia a esas pelotudeces. Hoy, cuando me gritan, los miro y me río. Qué les voy a contestar”.

“Lo que pasó fue una tragedia. Y uno lamentablemente tiene que convivir con esta situación. Por eso sigo trabajando con un psicólogo. No es fácil. Son muchas cosas...."

A ver, lo que le pasó a el Enano fue (como bien el dice) una tragedia. Y no puedo entender como en la cancha le griten cosas como esas. Es una carga, una dolor enorme que está superando y no me entra en la cabeza como la gente puede ser tan mala como para echarle eso en la cara por un partido de fútbol. ¿Eso es la pasión? Esa misma gente después llega a su casa y seguro se asombra con las cosas que pasan en la vida cotidiana referidas a muertes, accidentes, robos y demás. Recuerdo que a el Bambino Veira le gritaban violador riéndose, he escuchado desearles la muerte, enfermedades, cosas malas y no comprendo que tiene que ver eso con el fútbol. Son personas como nosotros y si bien uno en la cancha como que se transforma, no debe hacerlo en un ser despreciable que busca herir al otro con cualquier recurso que tenga a mano. Eso no es la pasión. La pasión se mide por el amor al equipo propio, no con el odio al rival. La pasión se mide por la locura linda de cantar, alentar, festejar y llorar por lo propio. Por ir a la cancha con el viejo, después con el hijo o el sobrino y ver pasar las generaciones familiares en las tribunas. Y también por el respeto al rival. La pasión no es violencia y no me enorgullezco si cuando hablan de la pasión argentina se refieren también a esas cosas totalmente repudiables. Eso a mi me da verguenza y si se incluye eso en el concepto de pasión, entonces no soy pasional y no quiero serlo. O en todo caso lo soy pero a mi manera y distinto a los demás hicnhas del fútbol.
Abrazo!

4 comentarios:

mujerdeole dijo...

La pasión no puede ser violenta y ladina.
Vivimos la pasión por nuestros colores, por el estilo de futbol que nos gusta no para atacar, discriminar, ni maltratar a nadie.
La locura a la que se ha llegado en el deporte no nos identifica ni nos enorgullece, claro que no.

Un abrazo Matías.

Matías Rodríguez dijo...

es que se confunde pasion con vandalismo, vos poder ser apasionado de tu equipo sin la necesidad de romper todo, delinquir o lo que sea, son cosas disitntas

Matías dijo...

Basta Fuerte buena entrevista!

Mujer es verdad, vivimos la pasión por nuestros colores. El tema es que estaría bueno que todos se dieran cuenta que la maldad, la discriminación y la mala leche junto con el deseo de cosas malas para el prójimo no es pasión.

Matías delinquir no creo que se confunda con la pasión, sino que esos tipos van sin otra cosa que hacer, cobran plata de los dirigentes y de los políticos para estar allí. Arreglan con la policía los disturbios para asegurar que al próximo partido los efectivos sean 200 más. A lo que yo me refiero es a esa gente que no delinque pero que con saña busca herir al otro a toda costa sin importar las consecuencias. No solo la popular sino que la platea (siempre asociada con gente de mejor ingreso y educación, en teoría) se saca y terminan diciendo las cosas más horrendas que uno pueda escuchar. La pasión pasa por alentar, que un insulto o varios se escapen es normal pero que busquen herir al otro a toda costa me parece demasiado.

Abrazo!

Hernán Goldzycher dijo...

se desvirtuo todo. ahora hay mas canciones dedicadas al equipo rival q al propio. esta genial cargar al rival, es parte del folklore, pero la "cargada" de ahora es totalmente desubicada y muchas veces deja de ser cargada para pasar a ser violencia. Abrazo!