Amor por la camiseta

En tiempos en los que el fútbol y el dinero van de la mano, en la que los intereses económicos en el deporte reinan, ha habido un par de casos que muestran el verdadero amor por la camiseta, por los colores. Hablo de Juan Sebastián Verón y Christian "Kily" Gonzalez con sus Estudiantes y Rosario Central respectivamente. Volvieron de Europa cuando podrían haber jugado un par de años más allí, con el onbjetivo de lograr cosas importantes con los clubes que los catapultaron, en una muestra de agradecimiento y con el orgullo de retirarse en sus segundos hogares. A la Bruja sin dudas no le podría haber ido mejor. Ganó el torneo local, la Copa LIbertadores y fue subcampeón del Mundial de Clubes 2009. Por esos logros se ganó un lugar en la selección y jugó su tercer y último mundial. Es amo y señor en el Pincha, el intocable y la bandera. Los hinchas lo adoran y bien ganado se lo tiene.
La historia del Kily es bien distinta. Llegó a Central en un momento complicado, con el promedio del descenso acechando en todo momento. En su haber sólo hayo dos claśicos ganados y haber ganado la promoción ante Belgrano de Córdoba, dejando al equipo en primera. Diversos problemas con la dirigencia de Usandizaga hicieron que tuviera que emigrar en el peor momento, ya que quedaba el canalla sin su líder, sin su experiencia. Pese a eso Central hizo una gran campaña que poco serviría para lo que vendría después. Perdió la promoción con All Boys y descendió mientras el Kily estaba en San Lorenzo sin pena ni gloria. Pudiendo quedarse en el Cicló o irse a otros equipos de primera o del exterior, prefirió volver a su amor, volver a Arroyito en el momento más difícil a dar una mano, poniendo en su extenso y prestigioso curriculum tener que jugar en la B. Esto es amor por la camiseta.
Pero pasa que después vemos a algunos que se besan la camiseta, que hablan para la hinchada y esos ahora no están. Hablan de que son hinchas y ahora se quieren ir del club. No se si será por mal asesoramiento, por el entorno o que pero es lamentable que haya jugadores de central que quieran irse a pesar de tener contrato por un año más. Si jugar en la B los desprestigia me parece que es momento de ponerse a pensar el porque se está adonde se está, quienes son responsables (dirigentes, jugadores, técnicos). Están en su derecho de irse pero me parece que por orgullo deberían quedarse y no salir a decir que se quieren ir porque es una falta de respeto al hincha y a la institución. Hay queponerle el pecho a las balas y no salir corriendo ante la adversidad y dejar de pensar en la plata. Cuestiones como el honor, el orgullo se han dejado de lado en el deporte para darle paso al dinero. Verguenza tendrían que tener al salir a decir eso después de ser unos de los reponsables de un descenso. Por eso hay que terminar con la mentira de que son hinchas, que aman al club y demás. Los que aman al club en verdad son pocos y están en las buenas y en las malas, a pesar de todo. Por la camiseta y los colores.
Abrazo!