miércoles, 1 de septiembre de 2010

Los tiempos que corren

Estamos en una era marcada por el vértigo, por la velocidad y rapidez que se exige a la hora de hacer las cosas, de obtener resultados, de lograr objetivos. Lo vemos todos los días en nuestro trabajo, en nuestras facultades, en nuestras casas y lo vemos también en el fútbol. Y a medida que pasa el tiempo esto parece agravarse, fundamentalmente para los técnicos. Los resultados y exigencias de una cultura exitista hacen que uno piense que un contrato es un mero papel dispuesto a romperse cuando las cosas no resultan como uno pensó. Y un contrato es algo muy importante, es un compromiso que tiene una duración establecida, es una declaración de voluntades, de derechos y obligaciones. Y eso hoy se perdió y casi nadie lo tiene en cuenta. Valdría la pena preguntarse a esta altura si hace falta poner fechas de finalización en los contratos.
Los técnicos son víctimas de un sistema basado en resultados pero no a largo plazo sino a un corto e insignificante período. Penden de un hilo y hasta podría decirse que han perdido credibilidad, porque cuando uno ve las presentaciones en compañía del presidente y algún dirigente y escucha hablar de proyectos, de paciencia, de promover jugadores de las inferiores, la primera sensación que viene a uno es la de desconfianza. Uno dice "este habla de todo esto y apenas pierda tres partidos le meten una patada que termina en la Torre Eiffel". Entonces los entrenadores arrancan cuestionados, presionados, algunos mirados de reojo.
Un claro ejemplo es de hace unos años. Por el 2004 Rosario Central contrató a Víctor Púa, aquel DT de Uruguay en Japón y Corea 2002 y que había logrado buenos resultados con las selecciones juveniles del mismo país. llegó con bombos y platillos y duró dos partidos. Perdió la primera fecha ante Arsenal y la segunda el clásico ante Newell's y chau chau adios. Antes de empezar este Apertura 2010, Boca fue en busca de Claudio Borghi que venía de ser campeón con Argentinos Jrs. Lo fueron a buscar porque era el que consideraban el mejor. Pedro Troglio fue el elegido para reemplazar al Bichi en el Bicho, Daniel Garnero fue el apuntado por Julio Comparada para dirigir a Independiente. Tras tres fechas más una de la Copa Sudamericana en la que se enfrentaron Independiente y Argentinos, los tres entrenadores estaban cuestionados y con chances de dejar su cargo. Tres resultados adversos bastaron para tirar por la borda y olvidar todas esas razones por la que dos meses antes se consideraba que eran los indicados para cada equipo. Racing (al que creo que ha inflado mucho la prensa) perdió dos partidos y Miguel Angel Russo ya empieza a perder crédito, Ricardo Caruso Lombardi en Tigre corre la misma suerte.
Poco tiempo para llevar a cabo una idea, plasmar en la cancha un sistema de juego, una identidad. A esto contribuye mucho el periodismo, que a la hora de instalar el tema de la continuidad de los entrenadores son perfectos. Y se da también una particularidad con un técnico en particular: Angel Cappa. Su River ganó tres partidos y empató el cuarto pero se lo cuestiona igual. A casi nadie le exigen que jueguen bien, que toquen. A el le exigen todo. Y con el no importa que gane, ya que será criticado por su juego y no por el resultado, es decir todo lo contrario con el resto de los que dirigen en Argentina. Bastantes contradicciones, no?
Sin embargo hay clubes como Lanús, Estudiantes, Vélez que han sabido ser pacientes, inteligentes, coherentes, conscientes y a la larga han obtenido resultados que van más allá de un título: promoción de jugadores de inferiores, instituciones ordenadas, compran poco ya que se nutren de sus canteras, ventas de jugadores y dinero limpio para el club sin necesidad de deshacerse de todo un plantel. Los resultados están a la vista y son posibles. Necesitamos ser más inteligentes a la hora de tomar las decisiones y no exigir cosas que sabemos que llevan tiempo. La paciencia es una virtud y los hinchas parecen no tenerla, cebados por el periodismo. Habrá que buscarla, encontrarla e incorporarla por el bien de nuestro fútbol.TODOS.
Abrazo!

10 comentarios:

mujerdeole dijo...

Casualmente los tres equipos que nombrás vienen conservando a sus DTs desde varios campeonatos. Nada es casualidad.
Muy buen post Matías.
Un abrazo

Nahuel Bargas dijo...

Muy buena entrada, execelente. Estoy totalmente de acuerdo con vos , además comparto lo que decis de este River que lo cuestionan por ser un puntero deslucido,pero se que esto a Cappa no le molesta , porque el también quiere que el equipo encuentre un buen funcionamiento,lo que si me parece que cierto sector de periodistas le exigen a Cappa que juegue como ese Huracán para ver si puede demostrar lo que dice.Por cierto es que tratan de poner piedras en el camino. Es muy dificil aguantarse los ataques de la hinchada, de algunos periodistas o de sus propios dirigentes, eso es lo peor que tienen que sobrellevar los técnicos en Argentina.
Saludos

Anónimo dijo...

No puedo seguirte el análisis porque no me da el piné, pero me importa decirte que en virtud de esa paciencia (tenacidad, coherencia, convicción diría yo), soy hincha de Lanús hasta tanto Boca entienda o yo entienda a Boca, una de dos.

beso

Matías dijo...

Mujer usted lo ha dicho: nada es casualidad.

Nahuel es verdad, los técnicos en nuestro país están sujetos a muchísimas presiones. Y es el periodismo quien se encarga, a mi entender, de exacerbarlas y ponerlas en boca de todos. El problema igual no estaría en que lo haga, sino que está en que la gente la crea.

Eme no me baje los brazos. Tenga más paciencia que nunca y espere. Lo que Borghi pretende es jugar bien y eso lleva tiempo. Cuesta más jugar bien que mal. A la larga creo que Boca va a ser protagonista importante.

Abrazos!

Julián dijo...

Matías: creo que los campeonatos largos ayudarían a parar un poco la locura.
Excelente texto.
Abrazo.

La candorosa dijo...

A veces pienso que la vorágine con la que algunos manejan ciertos criterios, creyendo que la velocidad de estos tiempos así lo exigen, ponen de manifiesto la falta de profesionalismo que causan los "apuros".

Excelente post, señor!!


Abrazossssssssssssssssss!!!!

Matías dijo...

Julian coincido. Los campeonatos largos ayudarían un poco. El tema es preguntarse si en la segunda etapa del torneo no sucederá lo mismo.

Candorosa gracias por sus palabras. El vértigo que nos imponen provoca errores, falta de valores, ética y respeto. A veces el profesionalismo no llega porque no se da el tiempo a perfeccionarlo.

Abrazos!

Alejo Traiani dijo...

comparto lo que dijo mujer de ole bajo el brazo. NADA ES CASUALIDAD.
Muy bueno. Sluados

Matías Rodríguez dijo...

Muy buen articulo Matias y cuanta razon tenes y eso no se da solo en la constancia y confianza en los tecnicos, sino tambien en los jugadores y dirigentes, citando una de las oraciones de tu articulo, no es casualidad que aquellos que conservan lso jugadores durante un par de temporadas incporando cada año dos o tres jugadores importantes tengan mejor suerte que los que incporan 20 jugadores para armar un plantel entero, nada es casualidad, un saludo

Matías dijo...

Alejo tal como decís vos y Mujer de Olé, nada es casualidad. El tema no es entenderlo nosotros, sino los que tienen en sus manos la chance de dirigir el fútbol.

Matías dijiste una gran verdad. No creo que incorporar una gran cantidad de jugadores brinde más posibilidades. Lo mejor siempre será traer a un jugador por puesto que pueda jugar en cualquier momento. Es ahí adonde hay que diferenciar lo que es una incorporacíon a lo que es un refuerzo. Los equipos siempre deben reforzarse, ya que muchas incorporaciones no llegan a nada y le quitan posibilidades a los chicos de inferiores .

Abrazo!