martes, 16 de marzo de 2010

Ayudemos a Ortega


Entre los grandes jugadores que ha dado el fútbol argentino nadie puede negar que se encuentra Arnaldo Ariel Ortega. Dueño de una gambeta envidiable, de una personalidad fuerte y de una inteligencia prodigiosa a la hora de ejecutar jugadas, el Burrito ha merodeado por el mundo dando muestras de su clase pero con suerte dispar, ya que en River Plate ganó todo pero en el exterior lejos estuvo de hacerlo y siempre terminó volviendo al club de la banda. Su vida se ha dividido en su amor por el deporte que lo catapultó a la fama y una adicción que lo está llevando adonde nadie quiere. Su problema con el alcohol lo está privando de hacer lo que más le gusta, jugar al fútbol, pero lo que es más importante es que lo está consumiendo y si nadie hace algo a tiempo vamos a terminar lamentando algo más que el retiro del jujeño de las canchas. Si bien es un tema complicado no creo que se lo esté protegiendo como se debería, Astrada y Passarella deberían moverse más en buscar una solución aunque todo dependa de el consentimiento de Ortega y sus ganas verdaderas de querer mejorar. Sus faltas y plantazos a los entrenamientos son también una reacción, creo yo, a la falta de respuestas que tiene con respecto a si juega, si concentra sobre todo tratandosé de un ídolo del club. También es cierto y hay que darle la derecha al entrenador de que no puede seguir de esta manera y jugar, porque no solo que es una falta de respeto a sus compañeros sino que también no se lo ayuda en nada. Y los medios pareciera que disfrutan de este momento, como cuando mostraron sin necesidad las imágenes del Burrito en una estación de servicio alcoholizado, o como cuando hablan por demás de sus faltas o de sus actitudes. Es una persona que está enferma y no da para burlarse. Los medios y todos tendría que dejarlo en paz y contribuir a su mejora. Ojalá Ortega salga adelante, su adicción se cure y podamos volver a verlo en la tele y en la cancha por sus jugadas y no por sus problemas. Pero sobre todo que podamos verlo feliz como persona, porque los jugadores pasan pero lo que queda cuando se apagan los flashes son personas. Abrazo!

1 comentario:

Matías dijo...
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