miércoles, 10 de marzo de 2010

Jugar bien o ganar, esa es la cuestión...


Actualmente y desde hace mucho tiempo ya está instalada la idea de que jugar bien no sirve, sino que lo importante es ganar. No interesa como, los medios, las formas, solo ganar. Incluso yo llegue a pensar así durante mucho tiempo hasta que me di cuenta que estaba equivocado. Si bien el fin que se persigue (tanto en el fútbol como en cualquier otro deporte) es ganar, la forma en que se llega a ese resultado es importantísima. Porque si uno juega bien tiene más chances de ganar que si se juega mal. Pero no, hoy parece que la cultura del fútbol se amolda al refrán de que "el fin justifica los medios". Yo no digo que si mi equipo no juega bien y sale campeón yo no voy a festejar, pero si digo que lo ideal, lo más lindo y lo que más conforme y satisfecho lo dejaría a uno sería que se gane jugando bien, que se persiga una idea. Lamentablemente hoy en día los técnicos tienen fecha de vencimiento y los proyectos no terminan siendo más que una mentira. Cuando presentan a un DT y se lo escucha hablar de un proyecto a largo plazo todos sabemos que eso es totalmente falso, que ni bien pierda tres partidos seguidos se lo empieza a desestabilizar. Y en primer lugar esto pasa por el periodismo que instala el tema, sigue con la gente que se impacienta rápido y termina con una renuncia, sin olvidarnos que en el medio aparecen los dirigentes...
Y todo esto atenta directamente contra la forma de juego de un equipo, porque no se dispone de un tiempo para explayar una idea, de consolidar una forma de juego y adquirir el mejor rendimiento como equipo. Y aparecen los exitistas de siempre, los DT resultadistas, que con tal de obtener un punto se refugian en su propio campo jugando a no dejar jugar y opacan al deporte, hacen que no sea agradable ver un partido. Y cuando aparecen hombres como Cappa, Menotti, Cocca, se los critica, se los acusa de "románticos", de gente que "vende humo" cuando lo que buscan y piden no debería ser nada ilógico: jugar bien. Y hoy se separa lo que es jugar bien de lo que es ganar sin darse cuenta uno que si se juega bien más chances hay de ganar. Se dice que el que juega bien no es un equipo aguerrido, es más valorado el equipo con "huevos" que el equipo con talento y nadie se fija en que los huevos no los tiene solo el que va a trabar con la cabeza sino también el que pide la pelota e intenta un pase de 40 mts. para dejar solo al compañero, el que la pide después de que lo hayan insultado millones de veces, el que se la juega cuando "las papas queman". Eso también es huevo pero o el equivocado soy yo o lamentablemente se vende una idea errónea. Un ejemplo claro de esto es Riquelme, tremendo jugador poco valorado en nuestro país, y del otro lado está Jonás Gutierrez que no es técnicamente un dotado pero que lo alaban por la entrega y porque corre como un demonio.
Hoy no importa jugar bien, lo que importa es ganar y es por eso que el fútbol está devaluado. Imaginen que en la Argentina se respetaran los proyectos, que no hubiera presiones, que se valorara más jugar bien que obtener un resultado, que se instara a los jugadores a que arriesguen más en vez de que sacárse la pelota de encima. Que lindo que sería, no? Ustedes que dicen?
Abrazo!

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