Se fue la novena

Se fue la novena fecha. Ya casi llegamos a la mitad de campeonato y todavía hay muchas cuestiones dando vueltas por ahí. No ha aparecido ningún equipo que deslumbre o que demuestre que está en condiciones firmes de ser el campeón, porque si bien Independiente está puntero solo no ha tenido hasta aquí un nivel que amerite su condición de candidato. Sólo la punta, algunos jugadores y su DT, Américo Gallego, que sabe de que se trata eso de pelear campeonatos. Godoy Cruz ha jugado bien algunos partidos, Vélez, Banfield y Estudiantes apuestan más por la copa, River, San Lorenzo, Racing y Boca están para el cachetazo y demostraron que lejos están de ser esos equipos grandes que asustaban a todos. Parece que la lucha más entretenida pasa por la tabla del otro campeonato, el del promedio. Hay cinco equipos luchando por no descender y por la promoción y están todo apretados. Entre Central, Racing y Gimnasia se llevan apenas tres puntos y detrás están Chacarita y Atlético Tucumán (que hoy descenderían directamente) que tienen la ventaja de que ganando un par de partidos se salvan de todo. Pero juego hasta ahora poco y nada, nadie ha afianzado una idea y un esquema y todo se deja envolver por una irregularidad que hace el torneo un poco más emocionante pero carente de brillantez y buen juego. El Rojo está puntero y de todos ha sido el más firme pero sin sobrarle nada y dando la sensación de vulnerabilidad que no debería tener un equipo con aspiraciones al título. No se si soy demasiado exigente pero es lo que esperaba de un campeonato en el que los equipos han contratado jugadores con nombre (Ayala, Figueroa, Bieler, Romagnoli) y que han mejorado su plantel incorporando a otros pero que poco han hecho. Racing de entrada parecía campeón, River por su verano hacía pensar que su crísis se terminaba, Boca de la mano de Riquelme y Palermo y sin copa de por medio amenazaba muchísimo, San Lorenzo acechaba con dar el golpe. Pero nada de eso ha pasado y otra vez el campeonato está para cualquiera pero no, y lamentablemente, porque son varios los que juegan bien sino porque son muchos los que juegan mal. Abrazo!